viernes, 10 de abril de 2009

La elección

Dicen que el destino es un artificio de los conformistas. Sin embargo, ya desde el primer momento en que abrimos los ojos hay un camino preestablecido por donde nuestros pasos serán guiados. Algunos tratarán de encontrar otra senda por donde vagar sin rumbo, otros decidirán pararse en el camino, pero la mayoría mirará al suelo y simplemente caminará. Caminará hacia el lugar marcado por las huellas de recuerdos y esperanzas, de vivencias e ilusiones rotas.
El lunes 6 de Abril yo decidí continuar por ese camino que me llevaba hacia un mundo de córneas, escleras y retinas, de glaucomas, miopías y estrabismo, de todo aquello que marca nuestra percepción del mundo: la visión. Decidí ser oftalmólogo. Rechacé jugar a ser Dios entre craneotomías y colgajos, todo para llegar a la cima de una montaña que aún se esconde entre nubes de sueños. La ascensión será ardua y el triunfo efímero, mas el logro de vencer a la oscuridad y al olvido hacen que este reto merezca una vida, mi vida con ojos de MIR (médico interno residente...médico ilusionista de la realidad).

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